domingo, 5 de agosto de 2012
LOS ERRORES QUE DESNUDÓ LA LEY DE DESARROLLO DOCENTE
ANÁLISIS POLÍTICO:
Ha pasado un año del actual gobierno y podría resultar redundante decir que el presidente Ollanta Humala tiene serios problemas para expresarse o comunicarse, pero esto sería un escollo inadvertido fácilmente superado si esta limitación no alcanzara al comjunto del Poder Ejecutivo o por lo menos a quienes manejan algunos de los temas más sensibles para el país. Me refiero concretamente al torpe manejo de los ¿cambios?, ¿reformas? de ¿la Ley del Magisterio, de la Carrera Pública Magisterial o del proyecto de ley de desarrollo docente?. Y si pongo estas interrogantes y diferentes nombres es porque a estas alturas no sabemos realmente a qué apuntamos y cuándo podrá estar lista para el debate.
El 28 de julio, en su mensaje a la nación, el presidente Humala anunció aumentos de sueldos iguales para todos los maestros. Ni una palabra de la Carrera Pública Magisterial. Ahora intuimos que esta norma ya pasó a mejor vida.
Tras una semana de declaraciones, críticas, y especulaciones, finalmente el viernes tras un larguísimo Consejo de Ministros se anunció la aprobación del proyecto de ley de reforma del magisterio. ¿Y no era la ley de desarrollo docente?.
"Y para colmo, dos ministros tienen versiones distintas de la participación del Sutep"
Sea cual sea el nombre, el anuncio no despejó las dudas sobre cuánto costaría el aumento general a los 250 mil maestros. En la entrevista al ministro de Trabajo , José Villena, admite que el ministro de Economía es el encargado de cuantificar el incremento, aunque finalmente el Congreso tendrá la última palabra.
Además, los defensores de la anunciada norma les dicen a los críticos de la misma que antes de opinar deben leer el proyecto. ¿Cuál proyecto? ¿El que se ha filtrado a un sector de la prensa? ¿Ese que el Ejecutivo no reconoce ni siquiera como borrador?.
El "amplio debate" que se anuncia recién empezará cuando esta iniciativa llegue al Congreso. Todos los hechos que han rodeado a esta ley -incluida la reunión "de buena fe" con el Sutep-Conare-, solo nos pueden llevar a pensar que se le están dando aprobado o son pésimos comunicadores.
Y en el colmo de la "mala suerte" dos ministros tienen dos versiones distintas sobre la participación del Sutep en la Ley. Para el Titular de Trabajo el sindicato no puede participar fiscalizando las evaluaciones, pero la ministra de Educación, Patricia Salas, reconoce que el Sutep está en uno de los tres momentos de la evaluación.
Solo esperamos, por el bien de la educación de los niños que asisten a las escuelas públicas y de los padres de familia que solo esperan que sus hijos tengan mejores oportunidades que ellos, que las autoridades responsables se pongan de acuerdo en la forma y en el fondo de la norma.
Con un tema tan sensible como es la educación, no solo no se puede jugar con las expectativas de los maestros y el futuro de los niños, sino que tampoco se puede tratar de arreglar problemas políticos que nada tienen que ver con la educación.
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