jueves, 1 de noviembre de 2012
El lago más antiguo del mundo no tiene vida
Las primeras muestras del lago Vostok no contienen elementos vivos, aunque se espera que próximas investigaciones den otros resultados.
(AARI)
Agencia Materia:
El agua más antigua del planeta, encapsulada desde hace millones de años bajo kilómetros de hielo en la Antártida, no contiene vida. Al menos, por el momento. El análisis de la primera muestra de agua del lago subglacial Vostok realizado por investigadores rusos y franceses señala que no hay nada vivo allí. Eso sí, las circunstancias en las que se obtuvo esa muestra de agua no descartan que los rusos griten ¡Eureka! en mayo de 2013, cuando tomen muestras en condiciones más propicias.
“Los resultados preliminares que tenemos en este momento nos dicen que la capa de agua más superficial del Vostok carece de vida”, explica a Materia el investigador Sergey Bulat, del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo. Bulat, jefe del grupo de crioastrobiología, recibió una pequeña muestra de agua helada de apenas 200 mililitros, lo justo para hacer un único análisis en busca de vida nativa del Vostok. Esa muestra recogida en febrero apenas cuenta con 8 microbios por mililitro, una proporción similar a la que se daría en un laboratorio limpio y descontaminado. Pero los únicos rastros de vida hallados en ese pequeño bloque de hielo derretido son microbios derivados del queroseno, un material utilizado como lubricante por la perforadora: “Por lo tanto, todos ellos son contaminantes”, resume Bulat.
La importancia de este lago se encuentra en sus particulares condiciones, extremas y aisladas durante unos 15 millones de años del resto del planeta, por lo que la vida que se pudiera encontrar en él aportará información valiosísima para entender su origen en la Tierra y también claves decisivas para averiguar si es posible que haya vida en otros mundos helados, como Europa, uno de los satélites de Júpiter.
LA EXCAVACIÓN:
El agua ascendió hasta la superficie congelada junto a la broca con la que se perforaron los 3.766 metros de hielo que cubren el Vostok. “El objetivo de la misión no era la de recoger el agua del lago sino tan solo llegar hasta él y retirarse inmediatamente para no estropear la perforación. Un poco de agua del lago, unos dos kilos, se aferraron a la broca. A mí me dieron una cuarta parte del agua rescatada de ese bloque para estudiar su biología”, asegura.
El científico ruso insiste en que el querosene ha contaminado esa muestra porque no era propiamente una muestra, sino agua que se coló en la broca. ”Esa agua del lago se ensució con el fluido de perforación, pero es seguro que el lago no está contaminado con querosene”, afirma confiado Bulat. El plan ruso era (y sigue siendo) obtener muestras válidas en la siguiente campaña, en mayo de 2013; este aperitivo solo ha servido para alimentar el hambre de estos científicos.
“Habrá que esperar hasta finales de mayo, cuando llegue agua limpia del Vostok, pero somos científicos y queremos descubrir los secretos de la vida incluso trabajando con muestras sucias”, relata Bulat. Y elucubra: “Esperamos que la vida, si existe, se encuentre en las aguas profundas o más probablemente en los sedimentos”. Justo debajo de la columna de perforación abierta, la profundidad máxima del lago es de 700 metros. Más adelante, Rusia pretende incluso llevar un minisubmarino que recorra las profundidades del Vostok sin problemas.
LA MUESTRA DE PUTIN:
Bulat, en cualquier caso, se sabe un hombre privilegiado, ya que recibió una muestra de agua similar a la del presidente Vladimir Putin (entonces era primer ministro). ¿Le hubiera venido bien una segunda muestra, la de Putin, para probar nuevos análisis? “Desde luego que no”, defiende Bulat, “la muestra recogida para Putin era solo un souvenir sin utilidad científica”.
La decepción del equipo ruso trasciende sus fronteras, como explica John Priscu, jefe científico de la misión con la que EE.UU. pretende alcanzar en otro lago subglacial los mismos objetivos que Rusia. “Los resultados de Bulat no me han emocionado demasiado”, reconoce Priscu, rival de las misiones rusa y británica por hallar en primer lugar vida subglacial en la Antártida.
El científico asegura que las condiciones de contaminación inhabilitan el trabajo de Bulat, pero también la congelación, ya que en esas condiciones solo resiste una pequeña fracción de las bacterias, un porcentaje muy pequeño de lo que se hallaría en el lago. “La conclusión es que hay que tomar muestras limpias antes de sacar conclusiones importantes sobre la vida en el lago”, ironiza Priscu.
En las actuales circunstancias, la bala de Bulat era la única que habría permitido a Rusia alcanzar la meta en primer lugar. Según sus calendarios, Rusia pretende recoger su muestra válida del Vostok en mayo de 2013, EE.UU. alcanzaría agua del lago Whillans en febrero y la expedición británica, la más adelantada, estaría en condiciones de extraer líquido del lago Ellsworth en diciembre de este año.
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