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martes, 30 de octubre de 2012

El fenómeno de ‘El Niño’ es una amenaza climática latente para los países del Pacífico

Si en el Atlántico fue el huracán Sandy, en nuestro lado del continente también debemos estar advertidos.
(Archivo El Comercio) Ginebra (EFE). El fenómeno de El Niño, que implica el calentamiento de las aguas del Pacífico tropical y puede tener repercusiones globales, será la principal amenaza climática para los países de la cuenca del Pacífico, entre ellos una decena de latinoamericanos, alertan los expertos. El director en funciones del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), Rodney Martínez Guingla, dijo hoy que esta circunstancia climática se ha presentado de forma moderada en los últimos diez años, pero “en algún momento volverá a cobrar intensidad”. “’El Niño’ se encuentra en un periodo que podría llamarse de amortiguación, que tarde o temprano pasará y volverá a presentar características extraordinarias”, vaticinó. SIN CONEXIÓN CON SANDY: Martínez, que participa esta semana en un congreso extraordinario de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en Ginebra, aclaró que no hay conexión entre El Niño y el huracán Sandy, que ha causado una veintena de muertes a su paso por el este de Estados Unidos. Para el oceanógrafo, la gran lección que dejará Sandy al mundo tendrá que ver con la imperiosa necesidad de que todos los países se doten de sistemas de alerta temprana y generen o fortalezcan sus capacidades de resistir a los embates cada vez más violentos del clima. “El hecho de que en un país como Estados Unidos, donde el sistema de alerta temprana ha funcionado casi a la perfección y con gran capacidad de respuesta, muera gente y haya millonarias pérdidas económicas es una señal que todos debemos tener en cuenta”, analizó. Según el científico, la pérdida de vidas en Estados Unidos al paso del huracán Sandy no tuvo nada que ver con una mala gestión de la información, sino en cierta medida con “un problema de la percepción de la población sobre la magnitud real de este evento”. UN NIÑO DIFERENCIADO: El mensaje para los países en desarrollo -y concretamente para los andinos en los que el Ciifen concentra su trabajo- es que se deben mejorar los flujos de información climática desde las instituciones que los generan hasta los usuarios, entre los que figuran desde gobiernos e instituciones hasta agricultores y pescadores, precisó. En el caso de El Niño, Martínez estimó que afectará de manera cada vez más diferenciada a los países y, dentro de estos, a las regiones. “Por ejemplo, un mayor calentamiento de las aguas del Pacífico amortiguará los efectos de El Niño en ciertas regiones y los acentuará en otras, aunque todavía no se ha logrado identificar el mecanismo que explique esos distintos impactos”, comentó. VIGILANCIA LOCAL: Lo que está claro, aseguró, es que los riesgos que implica El Niño ya no pueden abordarse con información global, sino principalmente con vigilancia local y generando herramientas para responder preguntas concretas a las comunidades directamente afectadas, pues, insistió, “tenemos que ir muy a lo local”. El Ciifen ya aplica ese precepto colaborando en diversas actividades en Bolivia, Colombia, Chile, Perú y Ecuador, en algunos casos mediante convenios con radios comunitarias, con mensajes en idiomas locales y diversificando lo más posible la manera de hacer llegar la información a la población. “Hacemos ciencia que intenta llegar a la gente y con métodos basados en la gente”, aseguró el máximo responsable del Ciifen.

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