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sábado, 22 de septiembre de 2012

CRISTO, OCTUBRE Y SUS TEMBLORES

Según las "científicas" rusas Popova y Adrianova, los extraterrestres les comunicaron que un gran terremoto, y a continuación un tsunami, ocasionarían en estos días un cataclismo en Lima y el norte. Y aunque la mayoría dice no creerlo, la coincidencia de su anuncio con el mes de octubre revive viejos temores y hace propicio recordar las fechas del Cristo de Pachacamilla y su significado en el inconsciente limeño. El culto al Señor de los Milagros encarna nuestro miedo atávico a los temblores pero es también el reflejo religioso del más antiguo mestizaje limeño. Es la fusión del dios Pachacámac con el Cristo traído por los españoles, y que, como bien dice María Rostworowski (2002), tomó la apariencia del Cristo negro, utilizando como vehículo a los esclavos de Lima. Pachacámac era venerado por los indios de la costa hace mas de dos mil años, en el templo del mismo nombre en el valle de Lurín, del señorío de Ichma, y según los historiadores, dio origen al dios andino Viracocha. El ídolo bifronte estaba tallado en madera y representaba la dualidad presente en todas las religiones. La huaca que lo cobijaba fue el oráculo más importante entre los años 500 y 900, y la imagen otorgaba a los pobladores protección ante los temblores. El culto sobrevivió pese a la invasión inca, pero los españoles que llegaron en 1533 ordenaron la destrucción del ídolo pues, decían, representaba al demonio. Y aunque el día anterior a la llegada de Hernando Pizarro se produjo un temblor, el dios no castigó con su furia a los profanadores y los indios continuaron adorándolo en secreto. En 1544 Hernán Gonzales El Mozo compró la encomienda de Pachacámac y trasladó a un grupo de indios del lugar a una de sus propiedades en Lima que, por el origen de estos habitantes, fue llamada Pachacamilla. Allí los esclavos negros de Gonzales, cuyas religiones africanas también eran animistas, aprendieron de los indios el culto al dios Pachacámac que los protegería de los temblores. Con el tiempo se fusionaron los símbolos religiosos y el dios Pachacámac devino en la imagen de un Cristo negro pintada en una de las paredes de Pachacamilla, donde se reunían las cofradías negras. Además, era funcional a la introducción del catolicismo como lo fueron la santa mestiza Rosa de Lima y el beato negro Martín de Porres.
El Cristo, identificado ya con los temblores, llamó la atención un siglo después. En noviembre de 1655 un terremoto destruyó Lima pero la imagen del Cristo negro de Pachacamilla quedó intacta. El lugar comenzó a ser visitado de nuevo en 1670, tras difundirse la milagrosa curación de un enfermo de cáncer, Antonio León, devoto de la imagen. En 1671 los herederos de Hernán Gonzales vendieron la propiedad a Sebastián Antuñano, devoto del Cristo, quien por primera vez sacó en procesión la imagen negra tras el terremoto del 20 de octubre de 1687 y 60 años después el Papa autorizó la salida de la procesión durante 5 días en octubre de cada año, para proteger a la ciudad de los temblores. Según parece, este año el Cristo ha vuelto a hacer el milagro, a pesar de lo anunciado por las "científicas rusas". EL SEÑOR DE LOS MILAGROS: Una devoción extendida por todo el mundo -Los peruanos que radican en otras partes del mundo como Italia, Estados Unidos, España, Suiza, Japón también rinden homenaje al Cristo Moreno con procesiones. Desde el año 2005, es considerado "patrono de los peruanos residentes e inmigrantes". SISMOS EN EL PERÚ: Eventos frecuentes pero imposibles de predecir -Ante los temores que generó el vaticinio de Popova y Adrianova, el Instituto Geofísico del Perú ha recordado que no existe hasta el momento una técnica que permita predecir terremotos. Cada año se registran unos 170 sismos en el país.

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