Se estima que las primeras formas de escritura aparecieron alrededor de 4000 años antes de Cristo. Esta tecnología, hasta la fecha, sigue siendo el mejor soporte de transmisión de información. A diferencia del habla y la palabra hablada, mutable, transformable, la escritura garantiza inamovilidad. Para efectos de preservar un registro de nuestra historia, de nuestras finanzas y de nuestras leyes, el papel ha superado largamente la prueba del tiempo.
No obstante, en 6000 años algunas cosas han cambiado.
Ya con la aparición de la imprenta en el siglo XVI, la caligrafía perdió peso en favor de la tipografía. No era necesario que la labor de escribir libros recayera únicamente en los escribas. La máquina permitió la reproducción de textos a gran escala, permitiendo que estos llegasen a más gente también. La escritura a mano quedó como recurso cotidiano, para quienes no publicaban. Pero ha sido recién en las últimas tres décadas que la escritura a mano ha empezado a desaparecer de la cotidianidad de millones de personas en el mundo. Naturalmente, los niños y adolescentes que han nacido en esta transición son aquellos que están más alejados de la práctica de escribir a mano de manera frecuente.
Una congresista de Carolina del Norte, en Estados Unidos, está promoviendo actualmente un proyecto de ley para garantizar la obligatoriedad de la enseñanza de escritura a mano en las escuelas públicas de esa jurisdicción. Ello ha generado un debate en dicho país en torno a las razones por las que se debe preservar esta práctica y si tiene sentido circunscribirla al papel o si basta con enseñarles a los niños a practicar ejercicios de caligrafía en las pantallas de sus tabletas o smartphones.
Otro argumento a favor de preservar la escritura a mano, es que desarrolla destrezas motoras finas en el cerebro del niño que le serán útiles el resto de su vida. ¿Tú qué opinas?
lunes, 27 de mayo de 2013
LETRA CORRIDA
TENDENCIAS: En tiempos de computadoras, tabletas, smartphones y todo tipo de pantallas táctiles existen maestros preocupados por seguir enseñándoles caligrafía a sus alumnos.
Se estima que las primeras formas de escritura aparecieron alrededor de 4000 años antes de Cristo. Esta tecnología, hasta la fecha, sigue siendo el mejor soporte de transmisión de información. A diferencia del habla y la palabra hablada, mutable, transformable, la escritura garantiza inamovilidad. Para efectos de preservar un registro de nuestra historia, de nuestras finanzas y de nuestras leyes, el papel ha superado largamente la prueba del tiempo.
No obstante, en 6000 años algunas cosas han cambiado.
Ya con la aparición de la imprenta en el siglo XVI, la caligrafía perdió peso en favor de la tipografía. No era necesario que la labor de escribir libros recayera únicamente en los escribas. La máquina permitió la reproducción de textos a gran escala, permitiendo que estos llegasen a más gente también. La escritura a mano quedó como recurso cotidiano, para quienes no publicaban. Pero ha sido recién en las últimas tres décadas que la escritura a mano ha empezado a desaparecer de la cotidianidad de millones de personas en el mundo. Naturalmente, los niños y adolescentes que han nacido en esta transición son aquellos que están más alejados de la práctica de escribir a mano de manera frecuente.
Una congresista de Carolina del Norte, en Estados Unidos, está promoviendo actualmente un proyecto de ley para garantizar la obligatoriedad de la enseñanza de escritura a mano en las escuelas públicas de esa jurisdicción. Ello ha generado un debate en dicho país en torno a las razones por las que se debe preservar esta práctica y si tiene sentido circunscribirla al papel o si basta con enseñarles a los niños a practicar ejercicios de caligrafía en las pantallas de sus tabletas o smartphones.
Otro argumento a favor de preservar la escritura a mano, es que desarrolla destrezas motoras finas en el cerebro del niño que le serán útiles el resto de su vida. ¿Tú qué opinas?
Se estima que las primeras formas de escritura aparecieron alrededor de 4000 años antes de Cristo. Esta tecnología, hasta la fecha, sigue siendo el mejor soporte de transmisión de información. A diferencia del habla y la palabra hablada, mutable, transformable, la escritura garantiza inamovilidad. Para efectos de preservar un registro de nuestra historia, de nuestras finanzas y de nuestras leyes, el papel ha superado largamente la prueba del tiempo.
No obstante, en 6000 años algunas cosas han cambiado.
Ya con la aparición de la imprenta en el siglo XVI, la caligrafía perdió peso en favor de la tipografía. No era necesario que la labor de escribir libros recayera únicamente en los escribas. La máquina permitió la reproducción de textos a gran escala, permitiendo que estos llegasen a más gente también. La escritura a mano quedó como recurso cotidiano, para quienes no publicaban. Pero ha sido recién en las últimas tres décadas que la escritura a mano ha empezado a desaparecer de la cotidianidad de millones de personas en el mundo. Naturalmente, los niños y adolescentes que han nacido en esta transición son aquellos que están más alejados de la práctica de escribir a mano de manera frecuente.
Una congresista de Carolina del Norte, en Estados Unidos, está promoviendo actualmente un proyecto de ley para garantizar la obligatoriedad de la enseñanza de escritura a mano en las escuelas públicas de esa jurisdicción. Ello ha generado un debate en dicho país en torno a las razones por las que se debe preservar esta práctica y si tiene sentido circunscribirla al papel o si basta con enseñarles a los niños a practicar ejercicios de caligrafía en las pantallas de sus tabletas o smartphones.
Otro argumento a favor de preservar la escritura a mano, es que desarrolla destrezas motoras finas en el cerebro del niño que le serán útiles el resto de su vida. ¿Tú qué opinas?
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