viernes, 8 de febrero de 2013
Científicos logaron revertir el proceso de envejecimiento en ratones
El experimento solo se enfocó en las células madre sanguíneas y brinda esperanzas para tratamientos para enfermedades degenerativas.
(Foto de Pockafwye en Flickr, bajo licencia de Creative Commons)
EL COMERCIO/AGENCIAS. Un equipo de científicos de la Universidad de California consiguió dar marcha atrás en el reloj molecular de seres vivos por primera vez.
Ellos introdujeron las células madre de sangre de ratones viejos con un gen de longevidad que rejuveneció el potencial de regeneración de esas células, según un artículo de la revista “Cell Reports”.
El experimento brinda esperanzas en el desarrollo de tratamientos específicos para las enfermedades degenerativas relacionadas con la edad.
Los biólogos determinaron que la proteína denominada SIRT3, de la clase conocida como sirtuinas, desempeña un papel importante ayudando a que las células madre de sangre envejecidas lidien con el estrés causado por el paso del tiempo.
Los investigadores introdujeron la SIRT3 en las células madre de sangre de los ratones viejos. Este tratamiento estimuló la formación de nuevas células de sangre, lo cual prueba una reversión del deterioro, relacionado con la edad, en la función de las células madre viejas.
“Ya sabemos que las sirtuinas regulan el envejecimiento, pero nuestro estudio es el primero que ha demostrado que las sirtuinas pueden revertir la degeneración vinculada con el envejecimiento”, dijo Danica Chen, profesora de ciencia y toxicología de la Universidad de California, en Berkeley, e investigadora principal en el estudio.
UNA SOLA MUTACIÓN:
Chen señaló que en los últimos diez a veinte años ha habido muchos avances en la comprensión científica del envejecimiento: en lugar de un proceso descontrolado y al azar, el envejecimiento se considera ahora un desarrollo altamente regulado, lo cual lo hace posible de manipulación.
“Los estudios ya han mostrado que aún una sola mutación de gen puede conducir a una extensión del período de vida [...] La cuestión es si podemos entender el proceso lo suficiente como para que desarrollemos una ‘fuente molecular de la juventud”.
Las sirtuinas han pasado al centro de atención en el estudio de la importancia de esta familia de proteínas para el proceso de envejecimiento.
La SIRT3 se encuentra en la mitocondria de una célula, esto es el compartimento celular que ayuda a controlar el crecimiento y la muerte. Se sabe que la SIRT3 se activa durante la restricción de calorías y esto a su vez extiende el período de vida en varias especies.
En la investigación se estudió la función de las células madre adultas, pues ellas se encargan del mantenimiento y reparación de los tejidos.
La razón para elegir las células sanguíneas y no otras se debió a su capacidad de regenerar el sistema de la sangre, tal y como sucede en los casos exitosos de trasplante de médula ósea.
EL IRREVERSIBLE PROCESO DE ENVEJECER:
En el estudio de la sangre de los ratones que tenían el gen SIRT3 inhabilitado, encontraron que esta ausencia no marcó diferencia en su juventud.
Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, al llegar a la vejez, los ratones con SIRT3 inhabilitada tuvieron significativamente menos células madre de la sangre. Además, presentaban una disminución de la capacidad de regenerar nuevas células sanguíneas en comparación con los ratones normales de la misma edad.
CUERPOS QUE SE OXIDAN:
Los científicos sospechan que en individuos jóvenes las células madre de la sangre funcionan adecuadamente y presentan bajos niveles de estrés por oxidación, por lo que las defensas antioxidantes resultan protección suficiente, y la existencia o no de SIRT3 no es relevante.
Pero al envejecer el sistema natural de defensa no basta y se produce una mayor producción de estrés por oxidación, y se acumula. Ante esta necesidad, la SIRT3 actuará para desintoxicar el organismo. No obstante, con el paso de los años la SIRT3 disminuye y el sistema se deteriora.
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