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miércoles, 27 de junio de 2012

VERDADES INCÓMODAS ACERCA DEL AGUA

El mes pasado fui invitada a presentar la revista temática "Bajo la lupa", que le dedica su edición N°19 a la problemática del agua en el Perú. Tuve la suerte de estar sentada al lado del ex-ministro del Ambiente Ricardo Giesecke y compartir roles con él. Para quien no lo recuerda, el señor Giesecke fue el primero en cuestionar públicamente el estudio de impacto ambiental de la mina Conga y esa honestidad, a la larga, solo le sirvió para que se viera obligado a dar un paso al costado, como parte de la seguidilla de cambios de Gabinete que caracteriza al gobierno de Gana Perú. Pero Gieseckees un hombre al que hay que escuchar si es que realmente nos importa el futuro ecológico del Perú. De modo que, como tuve la oportunidad de escucharlo, comparto con con los lectores lo que aprendí de él. Dijo el ex-ministro del Ambiente que el cambio climático viene afectando al Perú desde los últimos 30 años. Que somos un país vulnerable por nuestra gran cordillera y porque el Perú concentra el 75% de los glaciares tropicales del mundo y el 90% de todos los glaciares de América Latina. Nada menos. Pero sabemos también que en los últimos 40 años se ha derretido el 30% de esos glaciares. Para Giesecke es impensable que la gente de las alturas viva solo del agro, pues ya no es confiable que vaya a llover en las temporadas en las que, se supone, debería llover. Entonces el agricultor actual fracasa con facilidad porque ya no predice lo que antes era un ciclo natural. Y esa es solo una de las tantas eazones por las que necesitamos recuperar el agua que se pierde con el derretimiento de los glaciares. Hay que mantener la humedad en las montañas, agregó, hay que hacer procesos de forestación tupidos y hay que construir muchísimos reservorios. Alertó que cuencas como la del río Santa podrían variar su hidrología en un 25% con el cambio climático y que eso le trae problemas a la generación hidroeléctrica, a proyectos de irrigación y al abastecimiento de agua a las ciudades. Dijo también que la única forma de conseguir agua desalinizada es con gas, pero que el gas que producimos se exporta. Ricardo Giesecke volvió a recordarnos, además, que no es cierto que no queda otra que deshacerse de las lagunas para sacar el oro de Conga, pues existen otras alternativas. Todo esto me recuerda que hace unos meses escuché a Bill Powers, un experto canadiense en energías sostenibles y renovables, decir que la actividad extractiva que utiliza tecnologías no contaminantes no es más costosa que la que sí contamina o depreda. Que eso es lo que nos quieren hacer creer, que lo que suele priorizarse, a cualquier costo social, son los lobbies que acarrean los grandes proyectos de inversiones millonarias. El panorama, entonces, es de una vulnerabilidad muy alta para el problema del agua en el Perú. Y solo nos queda escuchar a los que saben, porque han dedicado toda su vida al estudio de algo que consideran trascendente, a quienes, como Giesecke, Patricia Majluf o Verónica Mendoza llegan a ocupar cargos públicos por su extraordinario nivel profesional y su compromiso, pero que rápidamente son borrados del mapa por algunos "comeoros" a los que no les conviene verdades incómodas o cambios saludables en la bipolar hoja de ruta. Escrito por: MARIA LUISA DEL RIO Editora de: REGIONES Diario: El Comercio

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